Colorantes de confites y repostería serán evaluados en Costa Rica para prevenir cáncer en niños

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El Ministerio de Salud de Costa Rica anunció que evaluará rigurosamente el uso de colorantes sintéticos en productos alimentarios, como parte de un esfuerzo preventivo para proteger la salud pública, en especial la de los niños. 

La decisión surge tras las recientes advertencias de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), que ordenó la eliminación progresiva de varios colorantes artificiales por su posible vínculo con enfermedades graves, incluyendo el cáncer.

Los colorantes en cuestión, muchos de ellos derivados del petróleo, se encuentran comúnmente en confites, cereales, bebidas y hasta medicamentos. Su uso tiene como fin hacer los productos más vistosos y atractivos, especialmente para el público infantil. Sin embargo, estudios recientes —algunos realizados en animales— han mostrado posibles riesgos cancerígenos, lo que ha encendido las alarmas de autoridades sanitarias a nivel internacional.

Entre los aditivos señalados por la FDA están el Rojo Cítrico No. 2 y el Naranja B, que deberán retirarse en los próximos meses. También se incluye una lista más extensa que contempla al popular FD&C Rojo No. 40 y el Amarillo No. 5, cuyo uso se eliminará gradualmente hasta finales de 2026.

El Ministerio de Salud costarricense aseguró que tomará como referencia las recomendaciones de organismos internacionales como el CODEX Alimentarius, la FDA y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), entre otros. 

“Hacemos un llamado a la industria alimentaria para que revise sus fórmulas y considere alternativas naturales de coloración, en línea con las mejores prácticas internacionales de salud pública”, indicó la entidad en un comunicado oficial.

Alimentos seguros

Por su parte, la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (CACIA) se pronunció reafirmando la seguridad de los colorantes utilizados actualmente en el país. Mario Montero, vicepresidente ejecutivo de CACIA, aseguró que todos los ingredientes del suministro alimentario cumplen con la normativa centroamericana y han pasado evaluaciones científicas rigurosas. 

“Toda la evidencia científica de muchos años señala la seguridad en su consumo”, destacó.

Montero también subrayó que, si bien la FDA ha ordenado restricciones, la misma agencia reconoce que aún no se ha establecido una relación concluyente entre los colorantes y problemas de salud específicos en humanos. Además, organismos como el Comité Conjunto FAO/OMS sobre Aditivos Alimentarios y la EFSA han respaldado la seguridad de estos aditivos.

Aun así, el debate internacional sobre el uso de colorantes artificiales sigue abierto, y Costa Rica se suma a los países que buscan garantizar mayores estándares de seguridad alimentaria, especialmente en productos dirigidos a los más vulnerables: los niños.

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