Ansiedad en la era digital: cómo las redes sociales afectan nuestro bienestar mental

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Las redes sociales nacieron para acercarnos, pero cada vez más estudios demuestran que también pueden ser una fuente poderosa de ansiedad, estrés y baja autoestima.

Las redes sociales nacieron para acercarnos, pero cada vez más estudios demuestran que también pueden ser una fuente poderosa de ansiedad, estrés y baja autoestima.

En un mundo donde estamos “conectados” las 24 horas, el precio de esta conexión constante podría estar afectando nuestra salud mental.

Según un informe de la Universidad de Pensilvania, limitar el uso de plataformas como Instagram y Facebook a 30 minutos al día reduce significativamente los niveles de ansiedad y síntomas depresivos. ¿La razón? La comparación social y la sobreexposición constante a vidas aparentemente perfectas.

“Las redes sociales son una vitrina cuidadosamente curada. Las personas muestran lo mejor de sus vidas y eso puede hacernos sentir que no estamos a la altura”, explica la psicóloga clínica Laura Méndez. Esta comparación silenciosa alimenta inseguridades y puede desencadenar episodios de ansiedad, sobre todo en adolescentes y jóvenes, que son los usuarios más activos.

Otro factor que contribuye al malestar es la adicción a la validación externa. Los “me gusta” y comentarios positivos activan en nuestro cerebro circuitos de recompensa similares a los de otras adicciones, generando una dependencia emocional peligrosa. Cuando esa aprobación no llega, el impacto en la autoestima es inmediato.

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Además, el flujo interminable de notificaciones mantiene al cerebro en un estado de alerta constante, lo que dificulta la relajación y el sueño. La hiperconexión digital no solo agota mentalmente, sino que también interfiere con relaciones reales y momentos de descanso, ambos esenciales para un buen equilibrio emocional.

Sin embargo, no todo está perdido. Los expertos recomiendan establecer límites claros: horarios sin celular, desactivar notificaciones innecesarias y practicar el “detox digital” al menos una vez por semana. También es importante cultivar el uso consciente de las plataformas, siguiendo cuentas que inspiren, informen y no generen ansiedad.

En definitiva, las redes sociales no son enemigas, pero sí herramientas que requieren manejo responsable. En la era digital, cuidar nuestra salud mental implica también saber desconectarse.

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