El asma sigue siendo una de las enfermedades respiratorias más comunes del mundo, afectando a cerca de 262 millones de personas.
Sin embargo, a pesar de su frecuencia, alrededor del asma aún circulan mitos que pueden empeorar la calidad de vida de quienes la padecen.
De acuerdo con la doctora Melissa Masís Quesada, jefa de Neumología del Hospital Calderón Guardia, con el tratamiento adecuado y un poco de educación, las personas asmáticas pueden llevar una vida completamente normal.
“Si el asma se trata de manera oportuna y el paciente reconoce los síntomas y usa su medicación tal como indica el médico, no debería generar crisis graves”, afirma.
¿Asma o alergia? El primer mito
Uno de los errores más comunes es creer que el asma es simplemente una alergia. Falso. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias. Es cierto que muchas personas desarrollan asma por alergias, pero no todos los asmáticos son alérgicos, y no todos los alérgicos padecen asma.
“Se supera en la infancia”… otro mito
Otro clásico: pensar que el asma es cosa de niños y que desaparece al crecer. La realidad es que puede aparecer en cualquier etapa de la vida. Muchos casos se inician en la infancia y persisten en la adultez, mientras que otros debutan recién en la vida adulta.
Inhaladores: ni adictivos ni peligrosos
El uso de inhaladores también está plagado de mitos. ¿Son adictivos? ¿Afectan el corazón? Nada de eso. Los inhaladores, bien utilizados, son seguros y fundamentales para controlar la enfermedad. “Hay medicamentos para mantenimiento y otros para aliviar síntomas en crisis. La clave es usar cada uno según lo indicado y con la técnica adecuada”, explicó Masís.
Así se usa un inhalador correctamente:
- Siéntese o permanezca de pie, con el cuello ligeramente extendido.
- Agite el inhalador, colóquelo en el espaciador y selle bien con los labios.
- Pulse el inhalador, inhale profundo y lentamente.
- Sostenga la respiración 10 segundos antes de exhalar.
- Repita si su médico lo indica.
¿Y la actividad física?
Otro mito dañino: que las personas asmáticas no deben hacer deporte. Falso. Si el asma está bien controlada, incluso es posible practicar deportes de alto rendimiento. La clave está en mantener un buen control y evitar los desencadenantes como los cambios bruscos de temperatura, el polvo, las infecciones respiratorias y la contaminación.
Las cifras no mienten
Solo en 2024, 193,719 personas fueron atendidas en Consulta Externa por asma en Costa Rica, siendo las mujeres las más afectadas. En los servicios de Urgencias, más de 103,000 casos requirieron atención. Cifras que demuestran que, aunque es controlable, el asma sigue siendo un desafío de salud pública.
“Con educación, tratamiento correcto y evitando los desencadenantes, podemos mejorar la calidad de vida de quienes tienen asma”, concluye la doctora Masís.
Y tú, ¿has escuchado otros mitos sobre el asma?
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